Las empresas están en constante cambio, ya sea que haya cambios
debido al entorno en el que se encuentran, o debido a que llegan nuevos mandos
y traen una serie de modificaciones a implementar, nuevas exigencias,
reestructuran, movimientos de personal, etc.
Aunado a esto, siempre tenemos
esa inseguridad y miedo para algunos, del recorte o despido. Ya que al ser
empleados, hay situaciones en las que no tenemos control alguno, o bien, no
depende de nosotros. Y esto, para aquellas personas que no saben dominar el
sentimiento de querer controlar lo incontrolable, representa una dosis más
fuerte de estrés y ansiedad.
No digo que sea malo no tener estas habilidades, todos
reaccionamos de distinta manera a estas situaciones. Cuando aún no hemos pasado
por una experiencia similar y aprendida la lección, es difícil manejarlo
perfectamente la primera vez. Al ser empleados debemos dar lo mejor de nosotros
mismos, pero a la vez, debemos trabajar con la filosofía “que todo fluya”. Esto
no significa que debamos quedarnos sentados esperando a que nos llegue el
momento.
Aprender a diferenciar lo que está en nuestras manos y lo que no,
nos hará los días más fáciles y relajados. Mantendremos nuestra mente ocupada
en aquello que está en nosotros o depende de nosotros. La metáfora del número 5
pudiera ser bastante aplicable a este artículo: “Si no va a importar en 5 años,
no pases más de 5 minutos molesto por eso.”
Para aquellas situaciones negativas que suceden en nuestras labores,
una regla de tres es una guía de superación sencilla:
1. Dar solución
2. Lección aprendida
3. Página siguiente
Cuando nuestra personalidad tiende a ser aprehensiva, será un poco
más difícil verlo tan sencillo. Tendemos a pensar demasiado en una situación que
no requiere tanta atención como lo vemos, “tomar muy a pecho” todo lo que pasa.
Es difícil darle la vuelta a la página. Por lo regularmente este tipo de
personalidad requiere del apoyo u opinión de otra persona, para darse cuenta
que está invirtiendo los esfuerzos donde no es necesario.
Si la situación genera miedo, estrés o ansiedad, el focalizar
nuestra mente y energía en seguir haciendo nuestro trabajo o mejorarlo, le
restara importancia y tendremos el autocontrol de nuestro nuestras emociones.
No hay que dejar nuestro bienestar en manos de alguien o algo más.
Por conclusión podemos decir, que si dejamos que nuestro entorno
laboral se vea afectado por nuestro estrés o ansiedad, nunca estaremos completamente
tranquilos.
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