Me
atrevo a decir que es bastante notorio cuando las empresas no manejan el
cascadeo de objetivos. Empresas en las
que no se tiene alguna planificación de objetivos, son las que solo trabajan
por los números, cantidad y no calidad, siguen siendo empresas institucionales
o “a la antiguua”, empresas donde el empleado no tiene voz ni voto, donde los
altos mandos limitan el campo de acción a los jefes o supervisores. Entonces ¿Con
que se come el famoso cascadeo de objetivos?
El
casacadeo de objetivos es el proceso en el que se asignan los objetivos desde
el nivel superior hacia abajo. De forma que el director asigne a cada uno de
los gerentes los objetivos y metas que les corresponden según su área de operación
o de trabajo, a su vez los gerentes les asignan a los jefes, jefes a
supervisores, supervisores a su equipo de trabajo, etc. Siempre cumpliendo con
la misión, visión y valores que la misma empresa propone. Podemos ilustrarlo un
poco de la siguiente manera:
El
principal beneficio de aplicar un correcto y efectivo cascadeo de objetivos es
que se alinean esfuerzos a las prioridades de la empresa. También beneficios
como:
·
Fomenta
la motivación, compromiso y trabajo en equipo.
·
Alimenta
la comunicación entre departamentos y el mismo equipo.
·
Define
la responsabilidad de cada empleado en la consecución de los objetivos.
·
Reduce
la incertidumbre al comunicar de manera clara las metas a cada miembro de la
organización.
·
Transmite
a los colaboradores la importancia de su trabajo al aportar valor al logro de
las metas estratégicas.
En otras
palabras hay y se ve mayor integración de equipos al tener en mente que todos
trabajan para el mismo fin, y depende de cada uno el aportar un granito de
arena para que este se cumpla. Es cuando el mismo equipo le da valor agregado a
su trabajo.
¿Y
como nos aseguramos que nuestro cascadeo de objetivos será efectivo?
ü Tiene que venir desde el nivel jerárquico
más alto, ya que ellos son los primeros aportadores a ese cascadeo. De ellos
dependen los objetivos de los del siguiente nivel jerárquico y así
consecutivamente. Los objetivos deben permear a toda la organización.
ü Se debe tener la revisión de los
indicadores periódicamente, para confirmar si estamos siguiendo los objetivos “que
le tocan” a cada quien.
ü Hay empresas que hacen su cascadeo de
objetivos 1 vez al año. Puede variar, solo tienes que conocer el flujo y ritmo
de trabajo. Ahí te darás cuenta cuantas veces al año es necesario hacerle
ajustes al cascadeo, en caso de que la primera vez no se hayan tomado en cuenta
factores externos o la situación de la empresa cambió.
ü Hay que saber qué objetivos se le
asignan a cada puesto y perfil. Debes adecuarlos a las actividades y
responsabilidades de cada quien, para que así se puedan cumplir como se espera.
ü Lo bueno de involucrar a todo el equipo
de trabajo en el cascadeo es que nos puede brindar mayor claridad y realismo,
debido a que ellos son los que viven todos los días los procesos y actividades
de sus puestos. Ellos lo conocen mejor y pueden aportar las modificaciones
necesarias.
Oscar
Perez, director del blog People Next, nos comparte un método recomendado por
los expertos, llamado SMART; por sus
siglas en inglés: Específicas
(Specific), Medibles (Measurable), Alcanzables (Achievable), Relevantes
(Relevant) y Calendarizadas (Timed). En donde nos dice que toda meta de una organización debe cumplir con este
método para que sea efectiva.
Como
podemos ver, el cascadeo de objetivos es otra forma de ejecutar las estrategias
de la compañía. En conclusión, es importante hacer el cascadeo de objetivo en
base a lo que se quiere lograr en cierto periodo de tiempo, y sobre todo que la
empresa este 100% segura de invertir en los recursos necesarios para cumplir sus
objetivos, sea el tema que sea, evaluando que tan factible es, su importancia,
presupuesto, etc. Cualquier variable que pueda perjudicar o beneficiar.
Comentarios
Publicar un comentario